Muchos hombres, especialmente en la vejez, tienen problemas con el agrandamiento de la próstata, lo que causa dificultad para orinar. Pero, ¿cuáles son los síntomas de la hiperplasia prostática benigna y cuál es el tratamiento adecuado?
¿Qué es la glándula prostática y por qué causa tantos problemas en los hombres?
La glándula prostática secreta diversas sustancias que enriquecen el esperma y lo hacen fértil y no afecta, como muchos creen, la función sexual. Con la edad, esta glándula en muchos hombres, por razones desconocidas, se hincha, lo que produce presión sobre la uretra y dificultad para orinar.
¿Cuáles son los principales síntomas de la hiperplasia prostática benigna (HPB)?
Los síntomas se dividen en obstructivos e irritantes. La obstrucción obstructiva se debe principalmente a la obstrucción mecánica causada por la hinchazón de la glándula e incluye el retraso en el inicio de la micción, la prolongación del tiempo de micción, la disminución del radio de micción, la micción intermitente, el goteo de orina, la micción excesiva y la suspensión. Los síntomas irritantes, que pueden deberse a una obstrucción pero también a una disfunción de la vejiga, incluyen micción frecuente, micción, incontinencia de urgencia, nicturia, ardor al orinar y dolor supraventricular.
¿Cómo se diagnostica KYP?
Un buen historial ayuda a diagnosticar la ERC, que registrará y evaluará la gravedad de todos los síntomas que se han informado. El examen de dedo de la próstata ayuda a calcular el tamaño de la glándula y a investigar la presencia de un nódulo duro o tejido duro de la glándula, elementos que obligarán al urólogo a buscar la posible coexistencia de cáncer de próstata. Una ecografía urinaria proporcionará información útil para determinar el tipo de tratamiento y una medición del antígeno prostático específico (PSA) ayudará en el proceso de detección del cáncer de próstata.
Cuando hay una próstata grande, ¿se debe realizar una cirugía de inmediato?
Una próstata agrandada suele causar más síntomas y problemas en los pacientes que una próstata pequeña. Sin embargo, el hallazgo de un adenoma grande por sí solo no implica cirugía inmediata. Se recomienda la extirpación quirúrgica del adenoma en pacientes con retención urinaria recurrente, con litiasis vesical, con una gran cantidad de orina residual en la vejiga después de orinar, con infecciones frecuentes del tracto urinario y especialmente en pacientes con alteraciones clínicas y subjetivas graves que no afectan la calidad. de vida.
La próstata ha crecido de tamaño, ¿necesitamos operarla para prevenir el cáncer en el futuro?
¡Definitivamente no! Primero, porque el tamaño de la próstata no tiene nada que ver con la probabilidad de desarrollar cáncer. En segundo lugar, porque en las operaciones realizadas para tratar la hiperplasia benigna de próstata (prostatectomía transuretral o pericárdica, sublimación de próstata) se extrae el adenoma prostático (interior). La cápsula, de donde generalmente proviene el cáncer, permanece intacta con estas cirugías KYP, por lo que incluso si nos sometemos a alguna cirugía para tratar una obstrucción debido a una hiperplasia benigna, aún corremos el riesgo de desarrollar cáncer de próstata en el futuro, por lo que todavía tenemos a visitar a nuestro urólogo.
¿Existen medicamentos para tratar la hiperplasia prostática benigna?
Básicamente, existen tres clases de medicamentos que se han utilizado para tratar la hiperplasia prostática benigna. Inhibidores de la 5 α- reductasa, α- antagonistas y extractos de plantas. Los inhibidores de la 5 α- reductasa (finasterida, dutasterida) funcionan mejor en próstatas de más de 40 gy los pacientes comienzan a ver efectos beneficiosos después de unos meses. Reducen el tamaño de la glándula en un 20% y mejoran el flujo de orina y la intensidad de los síntomas entre un 15% y un 20%.
El principal efecto secundario de estos medicamentos es que afectan la función eréctil entre un 7% y un 10%. Los antagonistas Α reducen el tono de las fibras musculares lisas de la próstata y el cuello de la vejiga, tienen una eficacia similar a los inhibidores de la 5 α reductasa, pero su acción es inmediata. El principal efecto secundario es que provocan hipotensión en el 10% de los pacientes. Los extractos de hierbas son medicamentos sin efectos secundarios, pero no hay muchos estudios que demuestren su utilidad.
¿Cuáles son los últimos datos en el tratamiento quirúrgico de KYP?
La prostatectomía transuretral es la cirugía más estándar para el tratamiento de la ERC. Sin embargo, esta operación no deja de tener limitaciones y algunas complicaciones. No puede tratar próstatas grandes y, a veces, durante la operación hay absorción de líquidos o sangrado. Hoy en día existe la sublimación de la glándula prostática, que se puede lograr tanto con láser (láser de luz verde) como con diatermia bipolar (TURIS). Con la sublimación se evita el sangrado y la hospitalización y cateterismo de la vejiga dura solo un día.